Instituto Secundario Yocsina

Historia del Instituto Secundario Yocsina

En septiembre de 1977, Humberto Américo Conti y Julio José Viglienghi, con visión de futuro, convocaron a los vecinos del pueblo para fundar un colegio secundario en la comunidad. La idea era establecer un instituto de enseñanza secundaria para mejorar el conocimiento cultural de los jóvenes que terminaban la educación primaria. Marcelo Paredes confirmó que había suficientes alumnos potenciales para cumplir con los requisitos legales, lo que permitió iniciar el proceso de creación del colegio. Se formó una sociedad civil sin fines de lucro, dirigida por una Comisión Directiva y un Representante Legal, siendo Don Julio Viglienghi designado para gestionar el proyecto. Surgieron preguntas sobre la ubicación, el método y los recursos necesarios para llevar a cabo la iniciativa.
La primera pregunta se resolvió utilizando las instalaciones de la escuela primaria Juan XXIII de las Hermanas Carmelitas, aunque la comunidad religiosa no aceptó la oferta de asumir la dirección pedagógica. En mayo de 1978, la Profesora Elena Justa Alonso de Ostoich, Adela Loccicero de Lombardo y el escribano Oscar Hisgen, asistieron a una reunión informativa sobre la organización de la nueva escuela. El 9 de noviembre de 1978, se autorizó oficialmente el funcionamiento del Instituto Secundario Yocsina, que se vinculó a la Dirección General de Institutos Privados de Enseñanza de Córdoba para el ciclo lectivo de 1979. Para recaudar fondos, se realizaron eventos con la colaboración de las escuelas de la zona. En marzo de 1979, el instituto abrió sus puertas con la modalidad de “Perito Mercantil”. La directora Elena Alonso de Ostoich destacó la importancia de la colaboración entre hogar y escuela para lograr el éxito de los estudiantes y fomentar valores como la honestidad y el amor por la verdad.
La apertura del nuevo instituto fue posible gracias a la colaboración de muchas personas. La inspectora Laura Josefina Córdoba brindó asistencia pedagógica, mientras que una docente voluntaria ayudó a iniciar la biblioteca escolar con donaciones de libros, revistas y folletos por parte de editoriales y librerías. La institución se destacó por fomentar relaciones humanas y vínculos con la comunidad, realizando campañas para donar juguetes, ropa y útiles escolares a otra escuela. Docentes, alumnos, padres y vecinos apoyaron la escuela con aportes económicos y participando en campañas de recolección y ventas de productos como empanadas y pastas, así como en ferias y eventos para recaudar fondos.
Después de 10 años de funcionamiento en el establecimiento de las Hermanas Carmelitas, las mismas, no renuevan el contrato de comodato, es entonces cuando se obtuvo de las autoridades provinciales la donación de un espacio verde, frente a la plaza para construir un edificio propio.
Poco a poco con ayuda de docentes, padres y alumnos, se limpió el terreno, se cavaron cimientos y se comenzó la ardua tarea de construir. Se pidió colaboración, y todo era bienvenido y utilizado. Se logró techar cuatro aulas y un pasillo. Sin revoques, sin pisos, sin mobiliario, se iniciaron las actividades del ciclo escolar que comenzaba.
El 1 de marzo de 1989, el instituto inició su ciclo lectivo en un nuevo edificio, aunque aún modesto y con carencias, gracias a la generosidad de los vecinos que prestaron mobiliario y aportaron fondos para resolver problemas. La comunidad se involucró en diversas actividades como campañas para recaudar fondos, eventos de Educación Física, desfiles y obras teatrales, con destacadas participaciones de los alumnos.
A lo largo del tiempo, la institución experimentó varios cambios en su modalidad. Originalmente era Bachiller Perito Mercantil, luego se transformó en Economía y Gestión de las Organizaciones con especialización en Turismo, Hotelería y Transporte. En 2012, se cambió a Bachiller en Economía y Administración con orientación en Recursos Humanos y Comercialización. En 2018, tras encuestas y estudios de mercado, se añadió una nueva orientación, Bachiller en Comunicación, para adaptarse al crecimiento de la matrícula.

Hoy, nuestra institución cuenta con su Himno, creado en el 2016, a partir de la convocatoria a estudiantes y profesores. Sus cuatro estrofas fueron creadas con varias frases que los alumnos de terceros años junto a las profesoras Eugenia Dotto, Marcela López y Ana Cano, representando a la comunidad, a los profesores, a los estudiantes y al gran festejo del día del estudiante. La música estuvo a cargo de la profesora de música, Ana Cano.
Una insignia como la bandera, no podía faltar. El emblema fue seleccionado a partir de un concurso que se realizó en el marco de los 40 años de trayectoria del colegio, en 2019. La alumna autora de la imagen original es Mariangel Lugo.
En su 40° aniversario fue la oportunidad para determinar el día del ISY. Proponiendo diferentes fechas importantes para la comunidad educativa, se eligió el 25 de julio, fecha que hacía referencia al día de nacimiento del quien fuera uno de los pilares fundamentales para el nacimiento del Instituto: Julio Viglienghi.
Ya transitando una nueva década, en el 2021 asume la conducción de la gestión directiva la Licenciada Ana Cano, sucediendo a la Licenciada Patricia Villagra luego de jubilarse por sus dieciocho años frente a la institución como directora.

En la actualidad, día a día se continúan escribiendo nuevas páginas en esta historia, con un gran equipo de profesionales, muchísimos proyectos pedagógicos y con más de cuatrocientos alumnos.